Ayer te vi, necesitaba hacerlo y no fue casualidad. Te busco desde la última vez y lo hago en cada sonrisa, en cada mirada perdida, en muchas manos, en cada rubia y hasta en mi almohada, pero no te encontraba hasta que te vi ayer...

Como en una canción de Sabina

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Recuerdo que yo no estaba muy sereno, quizas incluso poco cuerdo. Pero es que
fue verla y decirle a mi compañero de piso...
- No se porqué pero voy a invitarla a un cigarro que creo que lo necesita
... Un cigarro, buena musica y una luna que iluminaba hasta nuestros "sentíos",
nos hizo acabar en mi desecha cama.
Por la mañana mi compañero preguntaba si seguia aqui:
- Si (le dije)
- mientras no deje el cepillo de dientes... (dijo él)
A los dos dias nos estaba comprando uno a cada uno.
Poco a poco se metío en la vida de todos y sin darnos cuenta empezó a hacerse
imprenscindible para nosotros y su energia y cordialidad nos iba cautibando.
Yo, solo quería sexo y poco más, me agobiaba que de pronto estubiera en mi vida
sin comerlo ni beberlo. El dueño del piso me dijo que "o follamos todos o
tiramos la puta al rio".
La defendí a capa y espada al igual que mi compañero y fue cuando empezamos a darnos cuenta de lo importante que sería en nuestra vida.
Una mujer que no te escucha casi nunca, con la que es imposible quedar a una
hora, que te abandona en cuanto algo le suena raro... Tenía todo lo que odío y
mucho más.
Lo peor es que todo lo que no me gustaba de ella era lo que me enamoraba, esa libertad de hacer y decidir de verdad y a quien no le guste...
Nos quisimos mucho, discutimos, volvimos a querernos, nos ayudamos con nuestros problemas y otra vez nos quisimos. Le pusimos nombre a eso, "drogaina".
En pocos días pensabamos en como definirnos, nosotros que odiamos las
definiciones, pero quedamos en que eramos mi chica o mi chico.
Se iba y no volvía en dias a veces y la informalidad que odiaba o amaba se
convertía en desesperacion por mi parte y aunque yo pensaba que la quería, era puro egoismo.
Se cansó de que yo le pidiera lo que ella no podía darme y el mismo día que
tenía un juicio se fué de mi casa enfadada.
Lo siguiente que supe de ella fue por parte de su abogada, que le preparase una
bolsa con la ropa básica que estaba en la carcel. Mi corazón dió un bote y la
tristeza me inundó durante meses.
Aprendí a olvidarla y mucho mas...
Hace poco me llegaron unas cartas que me escribío desde la carcel, se había
equivocado de dirección y me llegaron demasiado tarde para darme cuenta que
ella aprendió a quererme, pero la perdí porque el que no aprendía era yo. No me daba cuenta que si a un pajaro le cortas las alas solo se queda contigo porque
no lo dejas volar.
Es posible que lo haya soñado, porque estas cosas no me suelen ocurrir a mi,
pero aun así, repetiría este sueño todas las noches deseando sentir esa "drogaina" de nuevo.
A mi chica

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